El robot i-Cybie
En numerosas ocasiones, hemos hablado de las mascotas virtuales o robóticas, que las empresas crean con la finalidad de simular una mascota de verdad, y que, gracias a esto, podrás comprárselas a tus hijos, e integrarlas en el ambiente familiar, para que los más peques disfruten de todas las características de una mascota, pero tú no tengas que preocuparte de limpiar sus necesidades, darle de comer o sacarla a pasear.
Pues bien, hoy, hablaremos del robot i-Cybie, un perro robot fabricado por Silverlit Electronics y que se comenzó a comercializar por distintas partes del mundo, a través de diferentes distribuidores, en 2006.
Características del robot i-Cybie
El robot i-Cybie es una mascota robótica que evoluciona de cachorro a perro adulto. La evolución, no obstante, depende de la interacción que tenga el perro con vosotros, así como de la interacción con el entorno. Deberéis enseñarle trucos y juegos para que poco a poco vaya aprendiendo, además, tu familia y tú, como dueños, también recibiréis recompensas por parte del perro, transformadas en reacciones positivas.
El robot i-Cybie está formado por 16 motores que le confieren una gran libertad de movimiento. Además, cuenta con tres procesadores distintos; uno Toshiba, que permite controlar los movimientos y el estado de ánimo; otro con tecnología SunPlus, que hace posible la reproducción de audio, y, por último, una CPU RSC 364, para la identificación y grabación de voz.
Respecto a sus dimensiones, este perro robot tiene una altura de 28 cm y pesa 1.8 Kg.
El robot i-Cybie Incorpora cuatro micrófonos, tres para poder escuchar y registrar sonidos agudos, y uno destinado al reconocimiento de voz. El robot i-Cybie será capaz de detectar de dónde viene el sonido e ir hacia él. Podrá identificar comandos de voz y responder a ellos.
Además, incluye, también distintos sensores destinados a diferentes funciones:
- Un sensor de luz en la nariz para cuando adopta el modo “guardia” ser capaz de detectar cualquier tipo de movimiento.
- Un sensor de infrarrojos para detectar bordes y evitar chocarse con otros objetos, paredes o personas.
- Un sensor de orientación que le permite saber si se ha caído, y que contribuye al desarrollo del estado de ánimo.
- Un sensor de luz en la parte posterior que le permite detectar caricias y a partir de ahí determinar los distintos estados de ánimo.
Aunque la programación no es fácil de cambiar y no se permite el aprendizaje independiente, podréis programarlo para que única y exclusivamente responda a una voz.
El robot i-Cybie dispone de un montón de trucos y juegos que le podéis enseñar a hacer como: ir de un sitio a otro bajo el comando: “Ven a aquí”; enseñarle a rodar, a acostarse, bailar, a que os dé la patita, a sentarse…
Eso sí, en cuanto está más de 20-30 minutos sin realizar ningún tipo de actividad, ni interacción, se pone a dormir.
Además, gracias a la tecnología de sensor inteligente con la que cuentan estos robots, pueden volver a su estación de carga y una vez allí conectarse y recargarse. Aunque el robot i-Cybie tiene una duración media de la batería de entre 1 hora y 2 horas y media.
Por último, hay que destacar que pese a que no es tan potente como el perro robot de Sony, Aibo, sí que es mucho más económico, ya que ronda los 150 euros, y dispone de la posibilidad de interactuar con otros robots i-Cybie a través de un comunicador IR que trae consigo.
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